El gajo
de la
PACIENCIA
Anita, mi hija menor, está tachando
los días que faltan para la llegada de la primavera. Se le hizo larga la espera.
Es que a nadie le gusta esperar! Se requiere de PACIENCIA
Paciencia es la actitud que lleva
al ser humano a poder soportar contratiempos y dificultades para conseguir
algún bien. Soportar es parecido a cargar algo pesado sin quejarte. La
paciencia es algo así.
Imagina estas situaciones y cuenta qué se debe esperar en cada caso.
- Tienes ganas de ir al baño pero está ocupado.
- Acabas de llegar de la escuela, es el mediodía y tu mami aún no ha terminado de preparar el almuerzo.
- Recién terminas de sembrar tus semillas en el fondo de tu casa.
- Te enteras que tu madre está embarazada.
- Tu maestra acaba de recoger las evaluaciones que acabas de realizar.
Qué difícil es ejercitar la PACIENCIA!
Y qué opinas acerca de tenerles PACIENCIA a las personas? Cómo te sientes
cuando:
- Están en el auto a punto de partir a pasear y no pueden arrancar porque tu mamá aún no ha salido del tocador. Se está terminando de maquillar.
- Has terminado de cenar, pero no puedes levantarte de la mesa hasta que tu pequeña hermana también termine de comer.
- La maestra desea borrar el pizarrón pero aún tú no has terminado de copiar.
Te suenan familiares estas situaciones? Cómo es tu reacción en cada una de
ellas?
Y que acerca de ti? Te tienen PACIENCIA las personas que generalmente están
cerca de ti?
En qué situaciones necesitas que te tengan paciencia?
Y ahora quiero llevarte a pensar en
Dios. Tiene Dios paciencia contigo?
Claro que la tiene! Porque Él no
pretende que ya aprendas todas las enseñanzas que tiene para darte, Él te
espera con paciencia. También te espera pacientemente que te acerques cada día
a Él y le hables, le cuentes, le pidas, le agradezcas y así fluya una relación personal.
Quieres convertirte en una persona que
sabe esperar sin quejarse y sin desesperar?
Pues deja trabajar al Espíritu Santo
dentro tuyo, y empezarás a ver el fruto de la paciencia!
Puedes empezar con un ejercicio:
Como estamos cerca de la Primavera, te
animo a que siembres semillas en tu jardín, o en una maceta. Riega con
paciencia esas semillitas y espera a ver qué pasa. Pero espera con paz, sin
quejas, sin desesperación. Aguardando lo que un día verán tus ojos: una bella
hoja. Ese día recuerda que así obra el Espíritu Santo. Si sabemos esperar,
pronto veremos y disfrutaremos los frutos.
Dios te bendiga!
Natalia
Naty, siempre atenta e interesada en cuestión de niños, si bien con hijos mayores, quiero ser una abuela que aporta salud espiritual a nuestros seis nietos. Tu enseñanza es aplcable también a nosotros, los adultos mayores. Que el Espíritu te siga dando más del corazón de Dios! con amor . Mabel
ResponderEliminarGracias Mabel por tu bello comentario y qué bueno que sigas ocupándote de la salud espiritual de tu descendencia! Te quiero también!
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