La campera nueva y sin estrenar de Cristian
Cristian pasaba cada día por la vidriera de un local de ropa y miraba
con admiración aquélla campera deportiva. Se la veía súper abrigada, de color
azul, su favorito y hasta el talle parecía que le quedaría perfecto! Qué bien
luciría con esa campera. En cambio la que llevaba puesta era una viejita, con los
colores gastados, sucia del uso y ya le quedaba corta de mangas.
El problema era el precio. Estaba etiquetada a un valor altísimo porque
era una campera de la marca más sofisticada. Realmente era inalcanzable para Cristian.
Cuando llegó el día del cumpleaños de Cris, su abuela Ludovica, quien
sabía cuánto ansiaba Cristian aquella campera, se acercó a la tienda y la
compró. Usó todos los billetes que tenía en su billetera! Pidió que la
envolviesen para regalo y muy contenta se llegó a la casa de su nieto para
regalársela.
Imaginen la cara de Cristian cuando abrió el paquete!!! N podía creer
que aquella campera que el ansiaba tanto detrás de un vidrio hoy estuviera tan
cerca de él, entre sus manos!
Rápidamente se quitó la vieja campera y la regaló. Ya no la necesitaba más,
luego colgó la campera en una percha y la dejó bien visible en su habitación.
No se atrevió ni siquiera a probársela aquél día. Tampoco lo hizo el segundo,
ni el tercero, ni la próxima semana, ni la siguiente.
El frío ya estaba instalado en la ciudad donde Cristian vivía, y los
paseos de su casa a la escuela en bicicleta se hacían cada vez más difíciles,
pues su cuerpo tiritaba de frío…mientras su campera nueva, abrigada, y
acolchadita permanecía allí, colgada en la percha, reluciente, sin ser
aprovechada.
Por qué Cristian no se ponía la campera siendo que la había deseado
tanto? Por qué se conformaba con solo tenerla allí colgada? Le era útil de esta
manera?
Sabes, esta historia de Cristian y su campera nueva sin estrenar me
recuerda a la vida nueva que Jesús nos regaló.
Nosotros no podíamos comprar la salvación. No teníamos nada con qué
pagar! Ser buenos, portarnos bien jamás alcanzaría para ser salvos, porque
siempre algo malo tenemos: un pensamiento, una mala actitud…
Entonces Jesús, que es el único limpio y sin mancha, ofreció su vida en
la cruz y así pagó la salvación para nosotros. Y junto con la salvación nos dio
la “vida abundante” para que vivamos con paz, con gozo, caminando en buenas
obras, con victorias, con su ayuda, con su guía, etc.
El problema es que a veces nos conformamos con la salvación y tenemos “colgada
de una percha” la vida abundante comprada en la cruz, de “vista” sin estrenar.
Y mientras está allí esperando a ser vivida, andamos tristes por la
vida, cometiendo errores, sin esperanza, sin ayuda, sintiéndonos solos, llenos
de preguntas, con desánimo, y con miedo a todo.
Que no nos pase como a Cristian! La “vida abundante” que Jesús compró
para ti en la cruz a un alto precio: su vida, está “lista” para ser vivida.
“El ladrón vino para matar, hurtar y destruir, pero YO he venido para
darles VIDA, Y VIDA EN ABUNDANCIA” Juan 10:10
No es lo mismo tener una campera colgada en una percha que tenerla
puesta, no?
De la misma manera no es lo mismo ser salvo, que vivir la “vida
abundante”. Vístete tus ropas de cristiano! Vamos! Hay una vida abundante y
llena de aventuras de la mano de Jesús!
Hola Naty! posiblemente tome este devocional para una clase bíblica en conjunto...GRACIAS!!! Bendiciones abundantes para tu vida :)
ResponderEliminarHola Natalia! Gracias por compartir estos devocionales.
ResponderEliminarYo también estoy buscando devocionales para una clase con preadolescentes.
Y estoy considerando éste,en particular.
Bendiciones!