"Mentir es como comer ajo!" Devocional sobre las mentiras

Verdi era un pequeno de 8 años. Inquieto, curioso y creativo. Era muy inteligente, tanto que cuando se metía en algún lío siempre tenía una manera de salir como si nada hubiera pasado.
Cómo hacía? Mentía!
Recuerdo una vez que la mamá de Verdi encontró su celular roto. Tenía la pantalla con una rajadura que iba de punta a punta de su pantalla.
¨Qué le habrá pasado a mi celular¨ se preguntaba la mamá de Verdi.
¨Verdi!!! Has estado usando mi celular para jugar?¨
¨Nah!¨ contestó con seguridad Verdi mintiendo.
Y a pesar que Verdi permanecía sin castigo, él sentía muy adentro suyo que algo andaba mal. No sabía qué era, pero respiraba inquietud e intranquilidad. Andaba como si fuera un gato escondido de un perro, no podía mirar a los ojos de su mamá o de las personas en general, pues siempre se sentía en falta.
Cuando sucedía algo malo en su clase, si Verdi no era el culpable, él sentía miedo de que alguien lo acusara. Vivía preso del miedo.
Es que así es cómo viven los que están acostumbrados a mentir.
Es como cuando comes una comida con ajo. El mal sabor queda por días en tu boca, y crees que cuando hablas todos están oliendo ese horrible sabor que tú sientes dentro tuyo. No puedes deshacerte de ese mal olor con nada. Pruebas tapar el olor con un chicle, con cepillarte los dientes, con comer otra comida pero nada le quita el mal sabor que está dentro tuyo.
Así obra la mentira. Una vez que las dicho comienza el mal sabor que dura días y días y empiezas a temer a que los demás descubran tu mentira y tratas de tapar esa mentira con mas mentiras pero nada puede contra el mal sabor de sentirse un mentiroso.
Tengo dos buenas noticias para ti:
El remedio para deshacerte de la mentira es confesar que has mentido a Dios y pedirle perdón a la persona a quien le has mentido. Si haces estas dos cosas te sentirás libre y con paz.
La Biblia dice que ¨la verdad nos hará libres" Esto quiere decir que ya no sentirás temor de ser descubierto por nadie y que no necesitarás esconderte mas, y que dejarás de sentirte sospechoso, al contrario, podrás mirar a las personas a los ojos y con la frente en alto.
La otra buena noticia es que si tomas una tasa de leche, el sabor a ajo desaparece!
Que Dios te bendiga y te de valor para decir siempre la verdad, porque DIOS ES VERDAD.
Natalia