miércoles, 27 de noviembre de 2013

Un viaje de Acción de Gracias


 
Encontré ayer este extracto de un libro de Max Lucado y me pareció oportuno compartirlo.
Lo traduje al final para que nadie pierda la enseñanaza.
Buen viaje!
Natalia
 
Two Fathers, Two Feasts
by Max Lucado

The following is an excerpt from In the Eye of the Storm.
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Chapter 12 of In the Eye of the Storm to read even more.

I drove the family to Grandma's last night for Thanksgiving. Three hours into the six-hour trip, I realized that I was in a theology lab.

A day with a car full of kids will teach you a lot about God. Transporting a family from one city to another is closely akin to God transporting us from our home to his.

A journey is a journey, whether the destination be the Thanksgiving table or the heavenly one. The fact that my pilgrims were all under the age of seven only enriched my learning experience.

As minutes rolled into hours and our car rolled through the hills, I began to realize that what I was saying to my kids had a familiar ring. I had heard it before — from God. All of a sudden, the car became a classroom. I realized that I was doing for a few hours what God has done for centuries: encouraging travelers who'd rather rest than ride.

I shared the idea with Denalyn. We began to discover similarities between the two journeys. Here are a few we noted.

In order to reach the destination, we have to say no to some requests.

Children have no concept of minutes or miles.

Children can't envision the reward.

It's worth it.

As we sat around the table today, no one spoke of the long trip to get here. Yesterday's challenges were lost in today's joy.

That's what Paul meant. God never said that the journey would be easy, but he did say that the arrival would be worthwhile.

Remember this: God may not do what you want, but he will do what is right … and best. He's the Father of forward motion. Trust him. He will get you home. And the trials of the trip will be lost in the joys of the feast.

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Chapter 12 of In the Eye of the Storm  for FREE .

From In the Eye of the Storm

 

Un día de auto con los niños nos enseña mucho acerca de Dios! Transportar a los niños de una ciudad a otra es comparable al viaje desde nuestro hogar hasta el cielo. Un viaje es un viaje. Sea por el motivo que sea: Thanksgiving o el cielo. Lo cierto es que mis peregrinos, menores de siete años enriquecieron mucho mi experiencia del viaje.

Mientras los minutos se transformaban en horas, me empecé a dar cuenta que lo que estaba diciéndole a mis hijos me resultaba muy familiar. Lo había oído antes, de parte de Dios. De repente, el auto se transformó en un aula. Y me di cuenta que lo que yo estaba haciendo en un par de horas, Dios lo viene haciendo desde hace siglos! Alentar a los pasajeros que prefieren descansar o abandonar antes que seguir viajando.

Le compartí esta idea a mi esposa y empezamos a descubrir similitudes entre un viaje y el otro. Estas fueron nuestras anotaciones:

·         Para llegar a destino debemos decir que no a ciertas peticiones.

·         Los chicos no entienden el concepto de tiempo entre minutos y millas

·         Los chicos no ven la recompensa

·         Vale la pena

Una vez llegados a destino, cuando nos sentamos a la mesa de Acción de Gracias, nadie habló de lo pesado del viaje de ayer. Los desafíos de ayer fueron empañados con el gozo del hoy.

Esto mismo era lo que Pablo nos decía: Dios nunca dijo que el viaje sería fácil, pero sí dijo que el destino valía la pena.

Recuerda esto: Puede que Dios no haga lo que tú quieras, pero siempre hará lo correcto….y lo mejor para ti. Y las luchas del viaje se perderán el gozo de la celebración final.

 

Tomado de “El ojo de la tormenta” de Max Lucado (capítulo 12)

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