sábado, 27 de abril de 2013

Devocional sobre las promesas de Dios...



Jaime recibió la invitación para asistir al mejor cumpleaños de todos, al de Mateo, su mejor amigo. La fiesta sería el próximo sábado. Preguntó a sus padres si podría ir, y ellos contestaron que dependía de sus calificaciones.
Jaime estaba nervioso el día que su maestra entregaba los boletines de calificaciones pero con sorpresa notó que sus notas eran bastante buenas.
-"Qué bien, que podré asistir al cumpleaños de Mateo!" dijo Jaime confiado. Mis padres lo prometieron!
Al día siguiente tuvo un altercado con su hermanita. Ambos pelearon por el lugar próximo a la ventanilla del auto, finalmente ganó Jaime el lugar pues usó su fuerza y la corrió de un empujón.
Su mamá observó la situación pero no emitió palabra al respecto.
Al llegar a la escuela, Jaime abrió la puerta del auto cuando este aún estaba en movimiento. Su mamá le llamó la atención, luego se marchó hacia la clase sin saludar.
Al regresar de la escuela, Jaime le contó a su mamá que traía una nota por mal comportamiento, pues en medio de un test se había fijado las respuestas de la hoja de su compañera de banco.
Su mamá, ya harta de ver a Jaime portarse tan mal comienza a pensar qué castigo puede darle a Jaime para que asuma que las malas decisiones traen malas consecuencias.
Adivinen con qué lo castigó?
No le permitió ir al cumpleaños de Mateo!
"Pero tu me lo habías prometido, mamá" Clamaba Jaime llorando.
"Pues me arrepentí" respondió la madre segura.
"Pero tú me lo habías prometido" seguía insistiendo Jaime.
"Pues ya cumpliré mi promesa por tu mal comportamiento" sostenía la mamá.
Y Jaime se quedó con una promesa sin cumplir en su mano y la tristeza de haberse perdido el mejor cumpleaños.

Sabes? Tengo una buena noticia!
Cuando Dios hace una promesa, la cumple. La Biblia dice que " tantas como sean las promesas de Dios, en ÉL, son todas sí y amén" (2 Corintios 1:20), y Dios mismo dice: "Yo velo sobre mi palabra para cumplirla" (Jeremías 1:12)
Qué promesas conoces de Dios? Puedes citar alguna?
Te desafío a que busques promesas en la Biblia y comiences a creerlas, es decir, a creerle a Él que será fiel y la cumplirá, aunque nosotros seamos infieles.
Sabes por qué?
"Porque si somos infiles, Él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo" (2 Tim.2:13) Si él dio Su Palabra, la cumplirá!
Dios te promete que te perdonara, si confiesas tus pecados, que te salvará, que te rescatará, que no te dejará caído, que Su presencia irá contigo y te dará descanso, nuevas fuerzas, un lugar nuevo en el cielo, su misericordia, que completará Su obra en ti, puff! Tantas cosas!
Aunque seas complicado como Jaime, Dios no dejará sus promesas sin cumplir.
Solo tienes que creer y saber esperar...

Natalia Managó

Podrías escribirme citando tu promesa favorita de parte de Dios? Puedes hacerlo a nataliamanago@gmail.com en el asunto: MI PROMESA FAVORITA. Gracias de antemano!

 

viernes, 26 de abril de 2013

Se puede ser "Sabio en la Ciudad"?



 En estos días se está hablando tanto de nuestro país! Que el dolar blue, que los políticos, que la inflación, que el impuesto a las ganancias, las reformas, la justicia, la inseguridad, la violencia, la falta de acuerdo, puff!
Y los niños no están "al margen" de la realidad, y "oyen", y hasta "opinan" acerca de estas cosas.
Este sencillo libro de la colección SABIDURÍA de la editorial Sagepé cuenta con 11 historias basadas en valores relacionados a la ética ciudadana: el cuidado al prójimo, la no discriminación, el cuidado del ambiente, el hablar positivo acerca de nuestro país, etc.
Dios permitió que este libro salga en un momento muy especial de nuestra Argentina, donde parece que cada vez hay menos esperanza. Pero saben que?
Este material es una semilla que será sembrada en el corazón de los niños que lo lean, y esa semilla dará su fruto cuando sea el tiempo de darlo y de dejarse ver.
La imagen de la tapa es la ilustración de una de las historias del interior de SABIO EN LA CIUDAD, y a mi criterio una de las mas edificantes para este tiempo: HABLO BIEN DE MI CIUDAD.
Quiera Dios, que nuestros hijos crezcan rodeados de palabras de esperanza, de fe y confianza en nuestro Dios, en vez de estar inmersos en la crítica, el temor y el pesimismo.
Somos llamados a ser instrumentos de paz, de bendición y reconciliación.
Mi oración es que este libro ayude a quien lo lea para entender esto!
Dios los bendiga!
Natalia Managó

Agradezco a mi editora, Sandra Pedace por su visión, su fe, su perseverancia y su ejemplo, agradezco a la editorial SAGEPE por seguir confiando en mi, agradezco a mi esposo que invierte en mis proyectos porque cree en mi (aun mas que yo misma!) a mis hijitos por ser mis fans, y a la DADOR de los sueños porque cada dia me completa con su propósito. A El sea la gloria entera!

lunes, 15 de abril de 2013

"Mentir es como comer ajo!" Devocional sobre las mentiras

Verdi era un pequeno de 8 años. Inquieto, curioso y creativo. Era muy inteligente, tanto que cuando se metía en algún lío siempre tenía una manera de salir como si nada hubiera pasado.
Cómo hacía? Mentía!
Recuerdo una vez que la mamá de Verdi encontró su celular roto. Tenía la pantalla con una rajadura que iba de punta a punta de su pantalla.
¨Qué le habrá pasado a mi celular¨ se preguntaba la mamá de Verdi.
¨Verdi!!! Has estado usando mi celular para jugar?¨
¨Nah!¨ contestó con seguridad Verdi mintiendo.
Y a pesar que Verdi permanecía sin castigo, él sentía muy adentro suyo que algo andaba mal. No sabía qué era, pero respiraba inquietud e intranquilidad. Andaba como si fuera un gato escondido de un perro, no podía mirar a los ojos de su mamá o de las personas en general, pues siempre se sentía en falta.
Cuando sucedía algo malo en su clase, si Verdi no era el culpable, él sentía miedo de que alguien lo acusara. Vivía preso del miedo.
Es que así es cómo viven los que están acostumbrados a mentir.
Es como cuando comes una comida con ajo. El mal sabor queda por días en tu boca, y crees que cuando hablas todos están oliendo ese horrible sabor que tú sientes dentro tuyo. No puedes deshacerte de ese mal olor con nada. Pruebas tapar el olor con un chicle, con cepillarte los dientes, con comer otra comida pero nada le quita el mal sabor que está dentro tuyo.
Así obra la mentira. Una vez que las dicho comienza el mal sabor que dura días y días y empiezas a temer a que los demás descubran tu mentira y tratas de tapar esa mentira con mas mentiras pero nada puede contra el mal sabor de sentirse un mentiroso.
Tengo dos buenas noticias para ti:
El remedio para deshacerte de la mentira es confesar que has mentido a Dios y pedirle perdón a la persona a quien le has mentido. Si haces estas dos cosas te sentirás libre y con paz.
La Biblia dice que ¨la verdad nos hará libres" Esto quiere decir que ya no sentirás temor de ser descubierto por nadie y que no necesitarás esconderte mas, y que dejarás de sentirte sospechoso, al contrario, podrás mirar a las personas a los ojos y con la frente en alto.
La otra buena noticia es que si tomas una tasa de leche, el sabor a ajo desaparece!
Que Dios te bendiga y te de valor para decir siempre la verdad, porque DIOS ES VERDAD.
Natalia