1- Ora a Dios para que en los próximos 10 MINUTOS hable directo a tu corazón.
2- Abre tu Biblia en: Lucas 19:12 “Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.”
3- Lee la siguiente historia: El jarrón de la abuela
Los chicos fueron a la casa de los abuelos. Llevaron la pelota nueva para jugar a los penales, y sin
querer en un pase largo, la pelota golpeó con furia el jarrón de cerámica de la abuela.
Seguido al ruido del estallido, hubo un silencio largo. Hasta que apareció la abuela. Enseguida los justificativos emergieron de boca de los chicos:
-“Fue Lucio. El pateó fuerte!”
-“La culpa es de Pato, no supo atajar!”
La abuela tomó lo que quedaba del jarrón, y les dijo a los chicos que lo mejor en estos casos es pedir perdón, en vez de buscar culpables. El jarrón ya está roto!
Los chicos se miraron entre ellos, y al unísono le pidieron perdón, pero aún seguían sintiéndose mal. Estaban tristes. Tenían ganas de volver el tiempo atrás si hubieran podido con tal de no causarle este daño a la abuela, pero era imposible.
Pato tomó las piezas rotas del jarrón y tuvo una idea:
-“Por qué no tratamos de pegar las piezas?”
Y así lo hicieron, tomaron cada pedacito como si fuera las de un rompecabezas y poco a poco trataron de encajarlos unos con otros con un buen pegamento.
Aunque el jarrón jamás fue el mismo, por lo menos quedó entero, y de lejos no se notaban las reparaciones.
La abuela estaba muy satisfecha con la pieza reparada, pero por sobretodo con el gesto de los chicos, porque cada rajadura de ese jarrón les recordaba que además de pedir disculpas es muy bueno tratar de reparar el daño.
4- Medita en tu corazón contestando estas preguntas:
Por qué se sentían tan mal los chicos?
De qué otra manera los chicos hubieran podido reparar el daño hecho a la abuela?
Cómo se habrán sentido después de pegar las piecitas del jarrón?
Cuando reconoces que le has hecho un daño a alguien, qué es necesario hacer de manera rápida?
Ordena las siguientes acciones de manera correcta: REPARAR EL DAÑO- RECONOCER EL DAÑO CAUSADO- PEDIR PERDÓN POR EL DAÑO CAUSADO.
Recuerda que no importa si el daño causado fue intencional o no, siempre que le causes un mal a alguien debes reconocerlo, pedir perdón y tratar de repararlo.
5- Escribe lo que crees que Dios te acaba de enseñar con esta historia
6- Ora a Dios y pídele que te ayude a recordar la enseñanza que te acaba de dar.
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