EL CAUCE DEL RÍO |
Luciano tuvo que recortar una imagen de un río y escribir su definición en el cuaderno de clase:
‘Un río es una corriente natural de agua con un determinado caudal, que varía durante el año. A veces es mayor y a veces menor.’
Como no entendía demasiado acerca del cauce, le preguntó a su mamá y ella le explicó que el río viaja por su camino desde donde comienza, a veces en las montañas, hasta donde termina generalmente en el océano. Ese camino se llama ‘cauce’. Durante el trayecto puede encontrarse con distintos cauces y el río debe elegir por cual continuará el viaje. En realidad las irregularidades del suelo son las que provocan que el río vayan por determinado cauce, y esa es su ‘suerte’.
Luciano terminó de hacer su tarea acerca del río, y luego se acordó del campamento del fin de semana. Tenía que pedir ese permiso hoy, pues al otro día había que llevar la autorización.
Realmente Luciano quería ir a ese campamento. Oía a sus amigos que hablaban de las cosas que iban a llevar. Ellos contaron que hay una piscina, que las noches son divertidas, que se acuestan tarde, que hacen juegos nocturnos con linternas, que encienden un gran fogón, y que se disfrazan el último día. Además hablaron acerca de premios, trofeos y golosinas.
Luciano estaba desesperado por ir. Le pidió permiso a su mamá y ella dijo que va a conversar con papá cuando llegara del trabajo. Ese día parecía que papá estaba regresando más tarde que nunca. O sería la impaciencia que sentía.
Mamá le sugirió que mejor es que vaya a la cama a dormir, porque papá llamó que estaba retrasado, y que mañana al levantarse le daría la decisión que habían tomado juntos.
Qué bronca tenía Luciano! Se iba a acostar sin saber qué sería de su vida el próximo findesemana. Se imaginaba en el campamento pero a su vez se le ocurrían todos los argumentos que mamá y papá podrían llegar a usar en su contra:
- Eres alérgico a los mosquitos
- Ellos no conocen a los maestros del campamento
- Es lejos
- No saben si la piscina cuenta con guardavidas
- Ese sábado es el cumpleaños de la tía ‘Mariquita’
Luciano sentía que estaba ‘en el horno’. Como no podía dormir, encendió la luz del velador, tomó su Biblia, la abrió y leyó Proverbios 21:1.
‘En las manos de Dios los planes del rey son como un río que toman el curso que Dios quiere darles’
Luciano volvió a leer este versículo pero esta vez en voz alta, y luego recordó la tarea del río.
Entonces, sintió como si Dios mismo, desde su interior le dijera:
‘Luciano tu suerte está en mis manos. De la misma manera que yo hago inclinar el suelo para que un río tome un cauce en vez de otro, así hago con tus padres, y con todos aquellos que tienen autoridad sobre tu vida. La decisión la tomo yo de acuerdo a lo que sea mejor para vos. Descansa tranquilo. El río tomará el cauce que yo quiera.’
Luciano respiró profundo, cerró la Biblia, apagó la luz del velador y se durmió confiando en Dios, sin ansiedad, porque entendió que la decisión estaba en manos de DIOS, y El siempre sabe qué es lo mejor para él.
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