Si hay un hombre en la Biblia a quien le han sucedido cosas injustas, ese fue David.
El sabía que aunque no tenía la corona de rey, Dios ya lo había elegido para ser el rey de Israel. Dios lo acompañaba en cada batalla, concediéndole la victoria y favoreciéndolo todo el tiempo. Dios amaba a David y el rey Saúl, aquél que aún tenía la corona sobre su cabeza lo sabía y estaba celoso.
Saúl le preparó emboscadas, lo persiguió, sobornó a cuantos pudo para mandar a matar a David. Quería hacer desaparecer a David del mapa, pero no lo conseguía.
En una ocasión, David encontró al rey Saúl dormido en un campamento y tuvo la oportunidad de su vida de vengarse y matarlo sin esfuerzo, pues Saúl roncaba plácidamente. Me imagino hasta la baba que le caía de la boca mientras dormía!
Pero David, aún teniendo la oportunidad de matar a Saúl y tomar la corona con sus propias manos, rechazó esa idea, pues sabía que Saúl era un rey que Dios había elegido y no estaba bien hacerle daño, aunque se lo merecía!
David decidió esperar en Dios y que sea Él mismo quien haga justicia y le entregue el reino. Así que tan solo le cortó un pedazo del manto y se marchó.
No fue casualidad que Dios eligiera a David para ser rey! David era un muchacho que sabía esperar en Dios, y no tomó venganza con sus propias manos.
La Biblia dice en PROVERBIOS 20:22
‘Nunca hables de tomar venganza, mejor confía en Dios, y Él vendrá en tu ayuda’
Cuando sufras una injusticia de parte de alguien, no te apresures a vengarte. Eso es asunto del Señor. Su justicia quizás no sea tan rápida como quisieras, pero confía en que llegará si sabes esperar en El.
Mientras tanto, piensa que así como los músculos de las piernas se vuelven fuertes cuando más les exiges, de la misma manera tus músculos espirituales se están fortaleciendo mientras soportas tus ganas de vengarte y le dejas ese asunto al Señor.
Si quieres hacer algo ‘extra’ para volverte aún más fuerte en Dios, sorprende a tu ‘enemigo’ haciendo algo bueno por él. Lo dejarás pasmado!
La Biblia dice: ‘Por el contrario, sean buenosy compasivos, perdonándonos, así como Dios los perdonó a ustedes’ (Efesios 4:32)SI QUIERES LA VERSIÓN PARA IMPRIMIR DE ESTE DEVOCIONAL HAZ CLICK AQUÍ
Siempre me impactó la convicción de David, aún en contra de sus propias emociones, frente a la investidura de Saúl.
ResponderEliminarEsa claridad es una clase de fortaleza que sólo se asienta en los corazones que han experimentado la justicia de Dios, el amor y el respaldo en momentos de adversidad.
Dios nunca llega tarde!
Gracias Nati por estas palabras. Besos!
Gracias Patri! Es así!
ResponderEliminarTe mandé un e mail hoy, pero estoy con dudas si escribí bien la dirección. Después avisame, sinó mandame tu correo a: nataliamanago@gmail.com
Beso
Naty
Hola Natalia, quiero felicitarte por el trabajo tan hermoso que estas haciendo, entiendo que es un servicio con todo el corazón. Dios te bendiga y cada día te dé mas habilidades en tu desempeño, para que sigas imprimiendo a Dios en los corazones.
ResponderEliminarGracias...y sí! Es un servicio con todo el corazón...NECESITO MAS HABILIDADES para hacerlo cada día mejor!
ResponderEliminarGracias por tu comentario! Me gustaría conocer tu nombre!
Natalia